Microbiografía de Miguel Hernán Ovalle Narváez
Mi esposo Nano, nació en Santiago el 17 de agosto de 1953 y creció con sus padres y su hermana. Tenía diez años cuando murió su padre, por lo que creció como un viejito chico entre dos mujeres mayores. No tuvo mucha vida de juegos, y lo mandaban a tocar el tambor de juguete a la plaza, donde conoció a su amigo de toda la vida: Vicente.
Nos conocimos siendo niños y con el paso de los años nos reencontramos, pololeamos ocho meses y nos casamos contra la voluntad de ambas familias, de modo sencillo y con certeza amorosa. Íbamos a la UNCTAD, nos juntábamos jóvenes de distintos lugares del mundo, y a veces nos quedábamos en el casino a cenar. Nano me rompió todos los esquemas, era apasionado, y un excelente lector de Sartre y Dostoievski. Aprendí nuevas formas de mirar la vida, conocí el cine y la ópera y conversábamos después de las funciones, fue un pololeo de mucho aprendizaje.
Desde niño quiso ser bombero y fue parte de la Segunda Compañía de Conchalí; tenía un pequeño de negocio de abarrotes y estudiaba computación en la noche.
Cuando nació nuestro primer hijo, José Joaquín, Nano lloraba de felicidad: era igual a él, rubio y de ojos verdes, él soñaba con ser papá de una familia grande.
Por sus ideales, primero entró al movimiento trotskista y pronto entramos al MIR, pero al poco tiempo nos retiramos. Recuerdo que llevaba “El Rebelde” a la casa, escondido dentro de una cajetilla de cigarros y leíamos sus letras diminutas con una lupa. Sin yo saberlo, él reingresó al MIR después del Golpe de Estado. Lo detuvieron antes de que naciera Pablo, su segundo hijo.
Él era Miguel Hernán Ovalle Narváez, detenido y desaparecido el 27 de junio de 1976. Yo soy su esposa, Angélica Escobar y lo recuerdo. Recuérdalo tú, recuérdaselo a otros.
Ficha técnica
Para realizar esta microbiografía, se entrevistó a Angélica Escobar, quien autorizó que posteriormente fuera grabada por Inés Bascuñán, en noviembre de 2014 en los estudios de Radio Universidad de Chile, donde luego fue mezclada y emitida.