Microbiografía de Plutarco Enrique Coussy Benavides

Valparaíso vio nacer a Plutarco en una familia con cinco hijos el 22 de junio del ’41, le decían Pluto. Siendo joven emigró al norte y en Potrerillos conoció a Mireya Rivera; cuentan que la conquistó en el cine, cuando fueron a ver “Los Paraguas de Cherburgo”… Se casaron el ’63 y tuvieron cinco hijos.

Era mecánico montajista en ENDESA y por su trabajo vivimos en distintos lugares de Chile hasta instalarnos en Rayenco Alto, Antuco. Mi padre era cariñoso y estricto con sus hijos. Solidario y elegante, de voz grave, gran sonrisa y humor negro.

Era adicto a la Mecánica Popular, leía El Siglo y Nosotros los chilenos de Quimantú. Nos contaba cuentos y nos regaló algunos como “El negrito zambo”; siempre nos decía Tienen que ser de bien.

Disfrutaba a Víctor Jara y Aznavour, le apasionaba la fotografía, maestrear con nosotros, salir de paseo familiar en la renoleta: íbamos a Rayenco Bajo, a la pulpería y a un cine pequeño. Le gustaba tomar Bilz y la liebre escabechada.

Era comunista, representante en la CUT, tenía fe en la Unidad Popular. Como dirigente experto en temas paritarios colaboró en la UNCTAD y disfrutó esos históricos tijerales. Sabiendo que lo buscaban, el 21 de septiembre de 1973 fue a trabajar y lo detuvieron en la micro. Nunca hemos podido despedirlo.

Él era Plutarco Coussy Benavides, yo soy su hija, Gisella Coussy y lo recuerdo. Recuérdalo tú, recuérdaselo a otros.

Ficha técnica

Para realizar esta microbiografía, se entrevistó a Gisella Coussy Rivera, quien grabó esta cápsula radial en agosto de 2014 en los estudios de Radio Universidad de Chile, donde posteriormente fue mezclada y emitida.

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